CRIATURAS MITOLÓGICAS

viernes, 28 de julio de 2017

Hombre lobo




El hombre lobo, también conocido como licántropo, es una criatura legendaria presente en muchas culturas independientes a lo largo del mundo. Se ha dicho que este es el más universal de todos los mitos (probablemente junto con el del vampiro), y aún hoy, mucha gente cree en la existencia de los hombres lobo o de otras clases de «hombres bestia». Todas las características típicas de aquel animal como son la ferocidad, la fuerza, la astucia y la rapidez son en ellos claramente manifiestas, para desgracia de todos aquellos que se cruzan en su camino. Según las creencias populares, este hombre lobo puede permanecer con su aspecto animal únicamente por espacio de unas cuantas horas, generalmente cuando sale la luna llena.



En el folclore y la mitología, un hombre lobo es una persona que se transforma en lobo, ya sea a propósito o involuntariamente, a causa de una maldición o de otro agente exterior. El cronista medieval Gervase de Tilbury asoció la transformación con la aparición de la luna llena, pero este concepto fue raramente asociado con el hombre lobo hasta que la idea fue tomada por los escritores de ficción moderna. La mayoría de las referencias contemporáneas están de acuerdo en que un hombre lobo puede ser asesinado si se le dispara una bala de plata, aunque esto es producto de la narrativa moderna y no aparece en las leyendas tradicionales, aunque algunas clásicas dicen que se puede matar cortándole la cabeza y arrancándole el corazón.
 
Según la tradición, la mayoría de los hombres lobo no se transforman en tales voluntariamente (sólo los magos y los hombres lobos auténticos, es decir, no malditos, pueden hacerlo); son víctimas de una maldición, y sufren enormemente a la hora de su metamorfosis. Lo que es peor, al transformarse pierden completamente la conciencia humana y se vuelven peligrosos, incluso para sus seres queridos. 
 
Un hombre lobo es un hombre completamente normal la mayor parte del tiempo, y se comporta de manera natural, aunque un poco velludo, y con los sentidos más desarrollados (especialmente el olfato), además de estar en buen estado de salud y forma física.

No es sino durante la noche de luna llena cuando se transforma, pues la luz de este astro es la que controla sus transformaciones. Aunque varía según las versiones, el aspecto de un hombre lobo transformado puede ir desde un lobo auténtico aunque más grande de lo normal, hasta un humanoide peludo y con colmillos que va en busca de carne humana.

Según la leyenda, el primer hombre lobo reconocido fue Licaón, rey de Arcadia, Grecia. En la mitología griega, Licaón era un rey sabio y culto y una persona muy religiosa que había sacado a su pueblo de las condiciones salvajes en que vivían originariamente. No obstante, parece que él mismo continuó siendo un salvaje, pues a pesar de todo siguió sacrificando seres humanos en honor a Zeus, e incluso se dijo que asesinaba a todo forastero que llegara a su reino pidiendo hospitalidad.
 
Al enterarse, el dios Zeus quiso comprobar los rumores y se disfrazó de vagabundo para hacer una visita a Licaón. Este inmediatamente pensó en matar a su visitante, pero se enteró a tiempo de que se trataba de Zeus y lo invitó a participar en un suntuoso banquete. Todo habría salido bien de no ser porque Licaón no pudo resistir la tentación de jugar una horrible broma al rey del Olimpo; ordenó que le sirvieran la carne de un niño (presuntamente un hijo suyo).



Zeus se dio cuenta, por supuesto, y, encolerizado, condeno a Licaón a convertirse en lobo, y a que todos sus descendientes serían también hombres lobo. Hoy se conoce como Licaón al perro salvaje africano, un pariente de los lobos.

La historia de Licaón provee uno de los primeros ejemplos de la leyenda del hombre lobo. De acuerdo a la historia de Licaón, este se transformaba en un lobo como resultado de comer carne humana.

Los hombres lobo son enemigos de por vida de los vampiros, por supuesto. La rivalidad surge del increíble poderío de ambas razas y de su intención de dominar el mundo. Según la leyenda estas criaturas surgen en los inicios de la creación. El primer vampiro fue Caín quien recibió ese don del ángel demonio Ariel. El primer hombre lobo pudo ser un demonio creado por la primera esposa de Adan llamada Lilith. Sus descendientes creyéndose superiores al hombre se enfrentaron encarnizadamente con el fin de ser la raza que dominara la tierra. En un periodo de la historia la energía de los licántropos se vio muy disminuida, ya que sus poderes trastornan sus mentes cosa que no sucede con los vampiros. Derrotados los hombres lobo se convirtieron en sirvientes de los vampiros durante muchos años, hasta que un suceso extraordinario los obligo a revelarse y la lucha recomenzó. esta poco claro cual fue el motivo de la rebelión. Algunos hablan del amor entre un lobo y una vampiro, y de la destrucción de ella por parte de su padre y otros aseguran que se debió a que los vampiros mataron al hijo bebé de uno de los lideres de los licántropos. Se cree que la lucha continua en la edad contemporánea, aunque ambas razas estén prácticamente extintas. Tanto unos como otros han sido sistemáticamente destruidos por sus propias guerras, sus crecientes debilidades y la amenaza del hombre, su enemigo mas terrible.

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